martes, 23 de junio de 2009


¿Estás harta de no entender al sexo masculino?
Que los hombres vienen de Marte y las mujeres de Venus es toda una realidad. Intentar pensar cómo ellos es toda una misión imposible. Intentar comprenderlos es un caso perdido. Está claro que hombres y mujeres somos distintos, pero a través de este manual que hemos preparado para ti, podrás lograr saber lo qué le pasa por la cabeza en cada momento.



Sus gestos lo dicen todo

Los gestos y la forma de comportarse es la mejor manera de descubrir sus verdaderas intenciones ¿No sabes si se siente a gusto contigo?... analízalo ¡Atenta!

La distancia que os separa: si te acercas a él cuando estáis hablando y él hace lo mismo... ¡Lo tienes en el bote! Pero si se echa para atrás, está marcando distancia.

¡Miente!: sabrás que te está mintiendo si al hablar contigo no hace más que moverse, taparse la boca, rascarse la nariz...

La forma en que te agarra: si al cogerte la mano entrelaza sus dedos con los tuyos, está loquito por ti, pero si sólo te coge un dedo, ¡Cuidado! tiene pánico a las relaciones serias.

¿Cómo sujeta la copa? Al salir de fiesta también puedes analizar sus gestos. El cómo agarra la copa dice mucho. Por ejemplo; si la sujeta con las dos manos o la coloca a la altura de la cintura... ¡está marcando distancia! Pero si la coge con una mano y no hace más que moverla... ¡se siente muy a gusto!

Así dicen TE QUIERO

¿Crees que tu chico nunca te ha dicho 'te quiero'? A los hombres les cuesta horrores expresar sus sentimientos y más aun decir estas palabras mágicas, que toda mujer desea escuchar en boca de su amado. Sin embargo, ellos prefieren demostrarlo y lo hacen de las siguientes maneras:

Conoces a todos sus amigos: si tu chico te ha presentado a todos sus colegas y hasta te ha invitado a salir de fiesta con ellos, está claro, ¡le gustas mucho! El que te haga partícipe de su ambiente es señal de que la cosa va en serio.Lo mismo sucede con su familia.

Se viste como te gusta: si tu chico hace caso a tus indicaciones y se peina como a ti te gusta, se pone esa camisa que te encanta, te pide consejos a la hora de ir de compras... Está claro... ¡los tienes enamorado!

Te cuida: si cuando está contigo es tu protector, se preocupa de si estás bien, te lleva dónde sea y cuándo sea con tal de que no vayas sola, cocina lo que te gusta... ¡le importas mucho!

Después de una bronca, te busca: si tras discutir él no tarda ni dos minutos en llamarte, enviarte un sms, irte a buscar... Tiene que saber, que tiene miedo a perderte y que le duele igual que a ti.

Los miedos masculinos


¿Sabes qué es lo que le provoca pánico en el sexo a tu pareja?, ¿Qué es a lo que teme?, ¿Lo que le atemoriza?... pues toma nota, porque ellos tienen miedo igual que nosotras.

Que lo compares sexualmente lo horroriza y más cuando se trata de tu ex. Halágalo un poco, en el fondo les encanta.

Qué se anime demasiado y a ti no te apetezca : aunque no lo diga, le horroriza pasarse de la línea. Animarse más de la cuenta y proponerte cosas que igual a ti no te apetezcan y te molestes.


No controlar el orgasmo: le paraliza el tema de la eyaculación precoz y que tú no llegues a la vez que él o que te cueste alcanzar el orgasmo.

Que tú no sientas nada: Los chicos se frustran si creen que su pareja no siente nada y que no han conseguido que su parezca alcance el orgasmo.

No dar la talla: aunque parezca mentira, el no estar a la altura, para tu pareja es una tortura. Así que evita que se sienta así y dile de vez en cuando lo bien que te lo has pasado, como has disfrutada, y si habéis probado algo nuevo que te ha parecido.

Diccionario de traducción masculino-femenino

¿Qué quieren decir cuando dicen...?

¿Hacemos la cena?: me muero de hambre, porque no preparas algo.

Sí te queda muy bien este vestido: anda date prisa, estoy cansado y no llegamos al partido.

Esta noche saldré con mis amigos: hoy no me apetece verte. tengo ganas de estar con mis amigos y hablar de futbol, sexo, y mujeres.

¿Estás tensa?... ¿quieres que te de un masaje?: tengo unas ganas locas de tocar todas las parte de tu cuerpo.

El problema no eres tú, soy yo: el problema eres tú, no te aguanto, me agostas y además ya tengo a otra. Pero no sé cómo romper contigo.

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